La verdad nunca he sido muy fanático de las telenovela. Es una experiencia demasiado larga y poco satisfactoria a corto plaza estar pendiente de la misma historia que por mucho que pasa, no pasa nada, no voy a negar que he seguido algunas telenovelas, de hecho más que todo cuando era niño, antes que la adicción al Internet terminará para siempre con el vicio de la televisión. A pesar de lo anterior, me ha causado curiosidad la popularidad de una telenovela, Méxicana por cierto, que se emite en varios países de la región con gran exito. Y estamos hablando de Teresa.
Aunque está enmarcada en el tradicional y tantas veces machacado argumento de pobres contra ricos, ricos contra ricos y así, me sorprende ver que una telenovela mexicana esté tan bien escrita y distribuida. Empezando por el elenco, la actriz que protagoniza Angelique Boyer además de ser una belleza (ya la habíamos visto en Rebelde) en todo el sentido de la palabra asume muy bien el rol, y Cynthia Klitbo que por lo general estamos acostumbrados a verla en el eterno rol de la mala, mala, en esta telenovela se despoja de todo el glamour y la elegancia de las villanas para encarnar a una simple costurera de vecindad.
El cuento es más o menos así y me perdonaran que si lo cuento mal no me crucifiquen y es que de la novela he visto pocos capítulos, pero los que he visto sumados con todas las reacciones que se generan alrededor de ella, me dan suficiente confianza como para hablar de la historia. Teresa es una muchacha universitaria, bien preparada pero que le oculta a sus compañeros de clases que es de origen humilde, su novia de toda la vida Mariano es un doctor cuyo propoósito no es ganar montones de dinero con su carrera sino todo lo contrario, utilizar sus conocimientos para salvar vidas, Teresa no soporta que Mariano no quiera ser millonario y darle la vida que ella cree merecer, por eso decide abandonarlo para conquistar a Arturo un exitoso empresario dueño de un capital con el que Teresa ha soñado toda su vida, en ese proceso Teresa logra manipular la situación y se convierte en la esposa de Arturo. Si, ya lo se, no suena muy diferente a cualquier otro culebrón del que hayamos oido hablar con anterioridad. Pero la cuestión es la siguiente, en su proceso para lograr sus propósitos Teresa se debate entre la frialdad de su ambición y el amor, y no solo eso sino que en arrastra a su paso una serie de enemigos y enemigas que harán lo posible para desenmascararla.
Lo que me llama la atención de la telenovela es que no parece estar muy lejana de la realidad, ¿cuantas mujeres no utilizan sus “encantos” para ganar dinero y/o posición social a través de ellos? Teresa no es una villana común y corriente, tiene un pasado que la aflige y es el de la pobreza, el de la miseria que tanto detesta y de la que tanto quiere salir y tiene las armas para lograrlo, muchos estaremos de acuerdo con lo que ella hace, el fin justifica los medios, después de todo y si el lugar donde vivo no me da lo que necesito, se debe buscar la manera de salir del atolladero. Otros estarán en desacuerdo, pues Teresa siendo abogada no se rige por la Ética o por la moral con tal de conseguir su propósito.
Otra cosa es que la historia está perfectamente narrada para la época que vivimos, sus personajes son reales y creíbles, no como en las telenovelas tipo “cuento de hadas” de Delia Fiallo y la audiencia se puede identificar facilmente con ellos, claro está que busca aveces la salida fácil al melodrama y realmente espero que el final, que se espera que sea pronto no vaya a ser tan predecible como se puede ver ahora, que es un defecto terrible de las telenovelas. Pero en terminos generales Teresa logra su objetivo que es capturar una audiencia de todas las edades, desde las niñas que quieren ser como ella, los muchachos que disfrutan morboseando a Boyer en la pantalla hasta las ancianas que se ven las 7 novelas diarias y además de eso da para pensar, da de que hablar, de que debatir… y ese es al final de cuentas un logro positivo. Duela a quien le duela.
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